Jorge Navarrete Bustamante
La Inteligencia
Competitiva (IC), es el proceso de obtención, análisis, interpretación y
difusión de información de valor estratégico sobre la industria y los
competidores, que se transmite a los responsables de la toma de decisiones en
el momento oportuno (Gibbons y Prescott)
Suele confundirse vigilancia competitiva con inteligencia
competitiva, pero no es lo mismo pues está última incluye a la primera. En
efecto, la vigilancia tiene un papel de detección mientras la inteligencia
competitiva tiene por misión el posicionamiento estratégico de la empresa en su
entorno (Cohen)
La
primera recoge información, la segunda recoge análisis; la primera obtiene información
y la segunda valoriza la información; la primera es puntual, la segunda es
sistémica; la primera hace un seguimiento pasivo, la segunda realiza un
seguimiento activo; en fin, la primera tiene por meta la información, la
segunda tiene por propósito la toma de decisiones.
En
un sentido más amplio, la Inteligencia Estratégica abarca acciones de control
de la información sobre un determinado sector. Detecta las tendencias -apenas
reconocibles- que pueden llevar a un cambio del entorno de una empresa, cadena
o clúster. El objetivo entonces,
es alertar con antelación a la dirección o gerencia sobre toda innovación o cambio
del entorno que suponga la variación del escenario en que se mueven las
empresas.
Por
ello la Inteligencia Competitiva se ocupa de cuatro ámbitos concretos:
Inteligencia Comercial (pues actúa sobre clientes, proveedores y el mercado);
Inteligencia tecnológica (aplica sobre tecnologías, y la investigación básica y
aplicada, entre otras); Inteligencia Competitiva (propone acciones sobre los
competidores actuales y potenciales); e Inteligencia Estratégica (reporta y
propone políticas públicas en los ámbitos de regulación, medio ambiente,
recursos humanos y sociales)
El benchmarking, por su parte, está muy relacionado también con la
Inteligencia Competitiva. Ese se encarga de comparar la propia empresa con otra
u otras de referencia, en ámbitos específicos. Es decir, el Benchmarking
compara, en cambio la IC investiga; el benchmarking observa las mejores prácticas, y la IC
permite adoptar decisiones; el benchmarking establece
mejoras, y la IC se anticipa; el benchmarking se
enfoca en el presente, en cambio la IC con el futuro.
Pero hay más. Si bien la gestión del conocimiento y la Inteligencia
Competitiva tienen una génesis distinta, ambas convergen. Cierto, la Gestión de
Conocimiento se refiere a la información interna, en cambio la IC a la
información externa; la primera observa en el interior de la empresa, la segunda
en el exterior de la misma; la Gestión de Conocimiento se focaliza en el
pasado, la IC en el futuro; una en el conocimiento propio, la otra en
conocimiento público.
Hacia
todo ello, ya se encamina el Centro de Competitividad del Maule.
MBA. Universidad de Talca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario